SINOPSIS
Hallará en esta novela, amable y ocioso lector, características habitualmente atribuibles a ciertas prácticas lúdicas. Y usted reconocerá, a medida que avanza invariablemente de página, que ya no es un simple espectador. Que no tiene permitido semejante privilegio. 

Entonces, presa de un reto ineludible, usted no tendrá otra opción más que abandonar su actitud de lector despreocupado. No habrá lugar para la pereza: para eso sobran los días, la desdeñable realidad. 

Y, como ya hemos dicho que esta pequeña novela podría confundirse erróneamente con un juego ¿con un juego inocente y sencillo¿, usted querrá jugar. Y será lógico que quiera ganar: en todo juego hay ganadores y perdedores, claro.

De modo que se abren las apuestas. La banca le pone unas fichas a este tal Omar Weiler, este tal Cristian Acevedo. Pero sin dejar de vigilar al insulso de la mesa 4. Ese que será usted, y que también apostará. Incluso cuando se le indicará que esto no es un juego. Usted, que jugará incluso después de la advertencia inicial.

MATILDE DEBE MORIR CRISTIAN ACEVEDO

€15,50
¡ULTIMO EJEMPLAR!
MATILDE DEBE MORIR CRISTIAN ACEVEDO €15,50
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Colabo Libros Independencia 4647 villa Ballester, san Martín, Bs As. - Horario de Atención de Lunes a Sábados de 9.30 a 13.30 y de 16.30 a 19.30hs.

    Gratis
SINOPSIS
Hallará en esta novela, amable y ocioso lector, características habitualmente atribuibles a ciertas prácticas lúdicas. Y usted reconocerá, a medida que avanza invariablemente de página, que ya no es un simple espectador. Que no tiene permitido semejante privilegio. 

Entonces, presa de un reto ineludible, usted no tendrá otra opción más que abandonar su actitud de lector despreocupado. No habrá lugar para la pereza: para eso sobran los días, la desdeñable realidad. 

Y, como ya hemos dicho que esta pequeña novela podría confundirse erróneamente con un juego ¿con un juego inocente y sencillo¿, usted querrá jugar. Y será lógico que quiera ganar: en todo juego hay ganadores y perdedores, claro.

De modo que se abren las apuestas. La banca le pone unas fichas a este tal Omar Weiler, este tal Cristian Acevedo. Pero sin dejar de vigilar al insulso de la mesa 4. Ese que será usted, y que también apostará. Incluso cuando se le indicará que esto no es un juego. Usted, que jugará incluso después de la advertencia inicial.